DHARAMSALA 21/5/2014

En este lugar idílico en clavado en pleno Himalaya indio es donde viven miles de tibetanos que huyeron de su país después de la invasión china. Está rodeado de bosques y montañas de más de 4000 metros. Aquí se encuentra la residencia del Dalai Lama y el gobierno tibetano desde el exilio. Puestos con artesanía, cuencos tibetanos, joyas y todo tipo de recuerdos del techo del mundo, están repartidos por las calles. Y cuando te tomas un chai en un puesto local es fácil entablar conversación con alguno de los cientos de monjes que viven en «La pequeña Lhasa».Varias personas me recomendaron alojarme en Dharamkot, un pueblecito al norte de la ciudad rodeado de vegetación, no hay coches y se está muy tranquilo.

Amanece en Dharamkot

Amanece en Dharamkot

Me alojo en una casa familiar por solo 1,20e.  Jhamini, su hija pequeña me da los buenos días con una sonrisa cada mañana. Le doy una galleta de chocolate cada día y me lo agradece con un «thank you» con su vocecita, me la como…

La pequeña Jhamini

La pequeña Jhamini

Los primeros días trabajo mucho en buscar documentación, ya que éste será uno de los lugares donde se desarrollará mi próxima novela. Visito templos, recorro las calles en busca de inspiración y la biblioteca tibetana, donde hay cientos de libros de budismo y de la historia de Tibet. Paso muchas horas leyendo y recabando datos, cuento con la ayuda de los amables bibliotecarios que abren las cámaras acorazadas donde guardan los libros antiguos.

Biblioteca tibetana

Biblioteca tibetana

En la entrada de un templo cercano a la residencia del Dalai Lama, una estatua de un monje envuelto en llamas recuerda a los numerosos monjes que se han inmolado para reivindicar los abusos cometidos por China.

Monje en llamas

Monje en llamas

Realizo varias caminatas por los alrededores donde hay miradores, cascadas y templos, a solo unas horas de distancia de Dharamkot.

Templo de Shiva

Templo de Shiva

Mi ruta favorita es subir a Triund, un mirador a 2:30 horas de Dharamkot donde hay unas vistas espectaculares de los Himalayas. Subo tres veces y disfruto del yoga y la meditación en este paraíso natural.

Yoga en Triund

Yoga en Triund

Cumplo 33 años estando muy lejos de mi país, pero lo celebro con una cena donde no faltan el vino y la tarta. Me acompañan buenos amigos que me hacen sentir como en casa.

Fiesta de cumpleaños

Fiesta de cumpleaños

Aprovecho para recibir clases de yoga, capoeira y acro yoga. De esta última disciplina desconocida para mí hasta ahora, tomo varias clases sueltas y un curso intensivo donde Sofía, Nunu, Nuria y Ruben, hacen que me enganche a este deporte donde se trabaja la habilidad y la fuerza.

Acro yoga

Acro yoga

Tengo la suerte y el privilegio de asistir a una conferencia que imparte el Dalai Lama. Comparte con los presentes su sabiduría y nos da una lección sobre lo que es realmente importante en la vida. Me contagio de su energía y buen humor.

Encuentro con el Dalai Lama

Encuentro con el Dalai Lama

Los últimos me los tomo de vacaciones totales y disfruto de los amigos y de éste fantástico lugar. Yendo a conciertos, a bañarme a las cascadas y en definitiva saborear los pocos días que me quedan antes de regresar.

Con Clara en la cascada

Con Clara en la cascada

Aquí ha sido donde más tiempo he pasado del viaje, veinte días, y me hubiera quedado un mes más. Dharamsala y sus alrededores son un lugar ideal donde relajarse, tomar cursos, caminar por la montaña e impregnarse de la cultura tibetana. Lejos de los agobios y estrés típicos de India, parece que estés en otro país.

Mi viaje llega a su fin, desde aquí tomé un autobús a Delhi y pasé un día realizando compras a 47º de temperatura, antes de coger el avión hacía España. Cuando escribo esto llevo una semana en casa, disfrutando de mi familia y mis amigos. Esta experiencia ha cambiado mi vida y en la próxima entrada del blog haré una reflexión final, donde compartiré con vosotros las sensaciones y pensamientos que tengo después de esta gran aventura…